Todo es para nuestro bien...


Cuanto nos gusta saber que Dios es amor y que esta interesado en nuestro bienestar. Es por lo que le conocemos, Dios es amor. Y su palabra nos dice:

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros,... 1 Juan 4:10.

Una de las cosas que me ha enseñado el Señor últimamente es:

Todo lo que el Señor nos pide hacer y vivir es para nuestro bien

Todo lo que la biblia nos habla, es para nuestro bien. Cuando nos dice que amemos a nuestro prójimo, es para nuestro bien; cuando nos dice que no codiciemos es para que no tengamos ansiedades en nuestras vidas; cuando nos recuerda que todas nuestras peticiones sean conocidas ante El, es porque no desea que llevemos cargas muy pesadas; cuando invita a que le adoremos, es porque así le conocemos mas, nos acercamos y descansamos en El, esto es solo un ejemplo de las cosas que El nos señala para nuestro propio beneficio.

Nuestro Dios no necesita nada de nosotros, absolutamente nada, pero nos pide que vivamos en santidad  y siguiendo normas de conductas porque El sabe que es para nuestro bien, que todas y cada una de las cosas que El nos dice es porque conoce como nos afectara en el futuro y posiblemente nos haga perder muchas bendiciones. 

Dios creo la ley de causa y efecto, ejemplo:

Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Efesios 6:2-3

y no solo eso sino que la hace cumplir:

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Galatas 6:7

Y aunque en momentos específicos de la historia del hombre la causa ha sido directamente El; mucho de lo que ha sucedido a la humanidad es consecuencia de lo que el hombre ha hecho anteriormente. Creo firmemente en lo que dice Proverbios 3:12, pero se que muchas de las situaciones que vivimos no es Dios castigandonos, sino consecuencias de nuestras decisiones y acciones pasadas.

Cuando nos hallemos en diversas pruebas, luego de haber obedecido a Dios, al final el nos dará recompensa. 

Pero, aquí digo lo que nadie le gusta, cuando las pruebas y circunstancias son por nuestra conducta apartada de Dios, no aplica el versículo de Romanos 8:28; estas circunstancias nos puede ayudar a bien si es que   arrepentidos buscamos la dirección del Señor, pero no necesariamente terminara como esperamos. 

Y esto es un poco fuerte, pero si por nuestra negligencia sembramos en algo, ejemplo, en la destrucción de nuestro cuerpo: alcohol, vicios,  falta de descanso, etc. entonces Dios, que también promete destruir quienes destruyen el templo del Espiritu Santo, permitirá que la enfermedad sobrevenga a nuestras vidas. El podrá utilizar la situacion para glorificarse y salvarnos del pecado. Pero no sera directamente su responsabilidad el quitar todas las consecuencias.

Muchas veces nos engañamos con versos a al mitad, sin recordar que toda bendición y promesa de Dios están condicionadas. El capitulo 8 de Romanos, nos enseña que debemos vivir una vida espiritual no carnal, muriendo a la carne al pecado, y viviendo en Cristo que pago para que podamos alcanzar salvación. Y todo esto lo explica el capitulo antes de decir, que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien.

También olvidamos que la descripción de alguien que ama a Dios, es quien obedece sus mandamientos. Y cuando nuestra manera de vivir no es acorde a lo que el demanda en su palabra, no podemos pretender utilizar estas promesas como amuletos y/o tickets para saltar las consecuencias y responsabilidades de nuestros actos. Tampoco para decir que lo que esta pasando es porque Dios así lo quiso por lo tanto hay que aceptarlo para poder recibir el bien. 

Cuando amamos a Dios y cumplimos sus promesas, entonces la ley de Causa-Efecto nos permite disfrutar de las bendiciones que Dios nos muestra. Sembramos en cosas agradables y cosechamos lo mismo.

Yo, Newlin Nieves, he tenido que reconocer que hay cosas que no podre disfrutar como antes, simplemente por el hecho de no vivir anteriormente como el Señor esperaba de mi; y como dije EL no lo esperaba para su propio beneficio, sino que Cristo sabia que si yo le obedecía las cosas serian mejores para mi. 

Pero doy gloria a Dios, que me permitió corregir mi vida y caminar en Cristo, y de esta manera he podido bendecir la vida de otros con lo que he vivido. Así que al final lo que me ha pasado con mi familia, y la separación de mi esposa, me ha ayudado para bien. Pero no fue el Señor quien quiso que me separare, El trato de evitarlo y reconozco hoy que yo por rebelde y orgulloso no quise escucharle. Y en sus manos esta mi vida. 

Ojo: como diría el Pastor Edgar Soto: El Señor hace tres cosas con nuestro pasado:
1.- Se olvida de el.
2.- Nos libra de sus consecuencias.
3.- Nos lo devuelve para poder ser de testimonio.

Pero mejor es haber obedecido a Dios desde el principio.








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