El frio es parte tambien de mi....???

     El día de hoy, vuelvo a escribir luego de varios meses, me trae un tema bastante difícil de tratar pues no es muy claro.


     El concepto de "abraza lo que realmente eres" es un concepto muy popular que ha ido permeando aun en la iglesia. Esa idea de que el propósito del hombre es llegar a conocerse y aceptarse tal cual es, tiene una aceptación muy grande. Y por que no? la idea gusta y parece ser la que evita esa continua guerra dentro del hombre, por su naturaleza. Pero quienes la crearon, quienes esparcen la semilla de este autoamor, realmente quieren el bienestar del hombre?


     La constante campaña de que el ser humano es bueno, y que debe aceptar las imperfecciones de su ser como algo totalmente normal y natural, ha permitido que lo que anteriormente se consideraba depravaciones se vean como algo cotidiano y parte de la vida diaria.

     En verdad yo no se que dice la canción que canta Elsa, una de las protagonista de la película de Disney, Frozen, pero si se que las dos fases que quedan pegadas en la mente de casi todo el mundo que escucha la canción o ve la película son: "Libre soy" y "el frió es parte también de mi".


Pero que nos quiere decir eso realmente?


     Los conceptos humanistas, ya han hecho vida en la teología cristiana, contaminando la forma en que vemos las escrituras. La palabra de Dios nos enseña que somos malos, que no buscamos el bien, que nuestra naturaleza es de continua hacia al mal. Que pasa si en vez de combatir esa naturaleza pecaminosa, no solo la aceptamos sino que también la abrazamos? en verdad llegaremos a ser a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo? (Efesios 4:13) o es que la palabra no nos enseña que debemos negarnos a nosotros mismos? (Mateo 16:24), pero eso crea en nosotros un conflicto. 

     Por que? porque no queremos dejar lo que nos gusta, a cada uno de nosotros nos atrae cosas que son parte de nuestra naturaleza pecaminosa, aun cuando hemos nacido de nuevo, parte de ese viejo hombre sigue queriendo volver a la vida, es una lucha constante entre la carne y el espiritu, pero la palabra nos dice que esa inclinación hacia lo que es del mundo, el querer hacer las cosas del mundo es enemistad contra Dios.



     Hermanos, todos y cada uno de nosotros, tenemos una pelea que batallar, pero no podemos vencerla por nosotros mismos, la lucha contra el pecado nunca la hemos podido ganar nosotros, pero el Señor si lo hizo, el venció al pecado y a la muerte, para que nosotros tuviéramos vida en El. Jesús, quien vivió en obediencia y murió en santidad, pago el precio de nuestros delitos, pero no lo hizo para que nosotros abrazaramos esa parte pecaminosa que esta en nosotros, sino para todo lo contrario, para hacernos libres del pecado y poder venir al Padre. 

Es allí, cuando dejamos de querer complacer ese frió que forma parte de nosotros, que verdaderamente podemos llegar a ser libres, gracias a Jesús. Quienes han conseguido la libertad al abrazar lo que son, simplemente se han entregado por completo a una vida de libertinaje, donde todo es posible ya que forma parte de nosotros y eso es "natural".




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